miércoles, 23 de diciembre de 2009

La mesa ideal en shorthanded

Una aspecto fundamental para ser un jugador ganador en el poker es la selección de mesa. En la selección de mesa se erige todo nuestro desarrollo posterior en el juego de las distintas manos que nos entren. Si el juego pre-flop es el cimiento de todo nuestro juego como edificio, la selección de mesa es la superficie donde decidiremos construirlo. Y no queremos hacerlo sobre arenas movedizas, ¿verdad? En este post intentaré delinear una serie de argumentos sobre los cuales la toma de decisión acerca de qué mesa escoger resulte más sencilla.

Antes de nada, si estamos jugando en cash, lo primero es decidir si queremos jugar en fullring (mesa larga, más de siete jugadores) o shorthanded (mesa corta, 6 o menos jugadores). La principal ventaja de la primera modalidad es que ofrece una menor varianza. Esto tiene dos causas. La primera es que el hecho de que nos enfrentemos a otros ocho o nueve jugadores nos obliga a que seamos más selectivos con las manos que decidimos jugar, y esto implica que el valor esperado que estas manos nos ofrecen sea mayor. La segunda es que el yugo que las ciegas ejercen sobre nuestro stack es menor que en mesa corta debido a que el ratio entre ciegas y manos jugadas es inferior; a más jugadores en la mesa, más tiempo tarda el "impuesto obligatorio" en llegarnos. Si la principal ventaja del fullring es que nuestro bank sale menos resentido ante las agresiones del azar, la principal ventaja de shorthanded es que es más divertido. El hecho de que las ciegas pasen antes implica un espoleo sobre nuestros traseros, una llamada de atención sobre nuestros cogotes y un paso rápido y efectivo a la acción. Así, nuestro rango de manos jugables antes del flop se amplia y nuestro juego se vuelve a la vez más loose y agresivo, lo que conlleva que nuestra habilidad después del flop cobre mayor importancia. El engaño y el encubrimiento resultan esenciales. Y a todos engañar y encubrir nos resulta entretenido, ¿o me equivoco?

Las líneas precedentes sólo suponen una panorámica de las características de ambas modalidades. Soy consciente de que se puede desarrollar más y mejor esa panorámica y quizá sea el tema de un futuro post. En cualquier caso, es decisión de cada uno qué tipo de mesa jugar sobre la base de con qué tipo de juego se siente más cómodo uno. Pero si te decantas por la mesa corta, quizá las siguientes líneas te resulten de interés.

Lo primero que hago cuando busco una mesa shorthanded es mirar el porcentaje de jugadores que van al flop. Un porcentaje bajo indica que la mesa es tight y, por tanto, con no demasiadas espectativas de que vaya a haber acción. Un porcentajo alto, por contra, apunta a que nos encontramos ante una mesa en la que abundan los jugadores dispuestos a pagar con cualquier mano basura para ver el flop, a la espera de pinchar algo. Un porcentaje alto indica que estamos ante una piscifactoría, y las piscifactorías siempre son buenas en el póquer. Lo segundo que hago cuando busco mesa es mirar el tamaño del bote promedio. Un tamaño alto apunta a que hay acción. Uno bajo a que no la hay. Y la acción siempre es buena.

Con base en lo anterior, lo natural sería inferir que lo óptimo sería escoger una mesa con un porcentaje alto de jugadores que van al flop y un tamaño del bote promedio alto también. No necesariamente. De hecho, puede ser perjudicial para nuestros intereses. Explicaré por qué.

¿Qué sucede cuando mucha gente pelea por un bote, digamos más de cuatro personas? Que las probabilidades se reparten de manera proporcional, con lo que la expectativa de una mano superior mengua considerablemente. Pongamos un ejemplo. Llevas pareja de ases y ante tu subida pre-flop, el villano que ostenta la ciega grande decide defenderla con su KQ. En esa situación de heads-up llevas las de ganar con en torno a un 85% frente a un 15% de su mano. ¿Bastante bien, no? Ahora imaginemos una subida tuya idéntica a la anterior con AA, pero esta vez te ven la subida cuatro jugadores, los cuales portan KQ, J9, 67 y Q8. No parece que esas manos puedan plantarte mucha batalla y, sin embargo, tenemos que tus posibilidades se han reducido a un escaso 51%. Y eso está mal, muy mal. ¿Moraleja? Es mejor tener a los fishes aislados que en "modo cooperativo", pues, si no, estás dejando demasiadas cosas al azar. Si a eso le sumamos que en el segundo ejemplo, el tamaño promedio del bote de la mesa en cuestión es alto, tenemos que tu banca puede resentirse seriamente.

Por ello, es conveniente que no haya demasiados calling stations en tu mesa. Si me preguntaran cuál sería mi mesa ideal para jugar shorthanded, contestaría de la siguiente manera:


Me gusta que haya una distribución semejante entre jugadores más o menos competentes (tight) y jugadores que juegan demasiadas manos (Loose), siendo en la medida de lo posible, pasivos ambos tipos de jugadores. No me importa que uno de los jugadores tight sea agresivo, pero sí me importa su posición en la mesa: deseo que esté a mi izquierda. Esto casi podría generalizarse a una ley: si tienes a uno o varios jugadores tight en la mesa, mejor siempre a tu izquierda, y si alguno de ellos es además agresivo, que esté lo más próximo a ti. Paralelamente, si tengo jugadores looses, me gusta que estén enfrente mía, con el maniaco intercaladoentre ellos y yo. Ahora, para justificar el por qué de estas decisiones aparentemente tan arbitrarias, pondré una serie de ejemplos.

¿Qué pasa cuando tú eres la ciega grande? Que el jugador tight agresivo habla en primera posición, lo que hace que su rango de manos sea realmente reducido. Esto simplifica bastante las cosas: si entra al bote, como es agresivo, sabrás que deberás respetar su subida y sólo deberás seguirle con manos premium. Pero lo mejor es que como su rango será tan reducido, pocas veces te inquietará. Tanto el tight pasivo como los jugadores looses se limitarán a limpear el 95% de las veces, con lo que queda el maniaco al que, sinceramente, no hay que respetarle demasiado. La mayor parte de las veces que ataque nuestras ciegas lo hará con aire, con lo que nuestra defensa de la ciega podrá hacerse fácilmente con un cold call. Y lo mejor es que la idiosincrasia de los jugadores maniacos hará evidente cuándo su ataque no supone un mero robo sino una auténtica apuesta por valor: tienden a hacer subidas desproporcionadas al tamaño de las ciegas, con lo que la lectura de su mano resulta sencilla.

¿Qué pasa cuando tú estas en el button? Que los looses limpearán o foldearán, el maniaco limpeara o raiseará, y tú estarás en condiciones de aislarte contra el maniaco con un nuevo raise. Si se tira, habrás robado una buena suma de dinero muerto en la mesa. Si hace call estarás en condiciones óptimas de llevarte un buen bote ante un jugador con un rango de manos mediocre y con el plus de la posición sobre él. El juego post flop debería ser sencillo.

Por último, ¿qué sucede cuándo estás en una de las tres primeras posiciones? Cuando hables en primera posición deberías tener en cuenta que el maniaco será la BB, y que defenderá su ciega con uñas y dientes, así que olvídate de movimientos rebuscados. Juega ABC; te saldrá rentable. Cuando juegues en las otras dos posiciones, el maniaco hablará antes que tú, y casi siempre raiseará. Estas situaciones son complicadas pues, de haber un jugador tight agresivo detrás tuyo deberás meditar seriamente tu movimiento: sabes que un reraise será respetado por el resto de jugadores de la mesa y te pondrá en condiciones de tener un heads up contra el maniaco. Pero si optas por esta decisión, ten en cuenta que el jugador tight agressive podrá raisear eventualmente tu resubida teniendo en mente el rango del villano, con el hecho adicional de que contará con una gran fold-equity por tu parte, ya que tu respetas sus movimientos. Estas situaciones deberían resolverse con un fold fácil, ya que tú no quieres problemas con el único jugador realmente bueno de la mesa.

En general, creo que este modelo de mesa es el más rentable a largo plazo, con o sin maniaco en ella. (Puede sustituirse el maniaco por un jugador loose pasivo). Si hay maniaco, deberás ser algo más selectivo con tus manos y tener un buen juego post-flop. Si cumples ambas condiciones, el dinero acabará llegando. Si no hay maniaco, deberás alivianar tu rango para hacerlo ligeramente loose con el fin de hacer incrementar tus ganancias mediante robos pre-flop, lo que a largo plazo también será rentable.

Para finalizar, ten en cuenta que esta mesa ideal no deja de ser mi mesa ideal o, en cierto sentido, la mesa ideal de un jugador tight agresivo. Si te sientes más cómodo con un juego más loose, pero consistente por tu buen manejo del juego post flop, quizá desees otra distribución de jugadores, quizá con predominio de jugadores tights pasivos. No hay una única manera de ganar al poker. Pero ésta que he presentado, a mi me funciona.


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